Tres pobles tens que et miren,
Gisclareny, Gòsol i Saldes.
El gresolet emplena d’avets
i faig tes faldes.
Lligant l’espés brancatge
davant la teva ermita,
tant alto Pedraforca
la verge, tant petita.
– Fidel Riu i Dalmau
El Pedraforca, para el que no lo conozca, es una de las montañas más emblemáticas de Catalunya. Se alza 2497 metros en la comarca del Berguedà y está declarado Paratge Natura d’interés Nacional por la Generalitat de Cataluya. Y no es de extrañar, pues la forma de forca que tiene y su presencia tan imponente la hace, para mi gusto, una de las montañas más bonitas, no sólo de Catalunya si no de toda la península y a la que invito a todo el mundo que pueda que la ascienda o como mínimo vaya a contemplarla, es todo un espectáculo.
El Pedraforca
He ascendido al Pedraforca muchas veces, pero jamás lo había contado en el blog, cosas que tiene la vagancia extrema. Para ir al Pedraforca (desde Barcelona) hay que dirigirse hacia Berga en primer lugar, y después hacia Guardiola de Berguedà, dirección Puigcerdà. Justo antes de llegar a Guardiola por la carretera C-16, hay un desvío a mano izquierda bien indicado dirección Saldes/Gòsol/Pedraforca que toma la serpenteante carretera B-400 que nos llevará directamente hacia el Pedraforca. Un poco pasado el pueblo de Saldes, hay un desvío a mano derecha marcado en dirección a “Mirador del Pedraforca” que es el que deberemos tomar. La pista sube rápidamente y en poco tiempo llegamos al parking del mirador del Gresolet, dónde dejaremos el coche y disfrutaremos de las grandes vistas, que si el día es bueno, te pueden dejar sin aliento.
Vistas desde el mirador del Gresolet
El camino que hay que tomar, está un poco antes de llegar al propio parking, son como unas escaleritas que se introducen en el bosque hacia el refugio de Lluís Estasen. En unos 15 minutos llegaremos al refugio a unos 1620 metros dónde hay una fuente para coger agua y contemplar el césped que luego te dará descanso. El camino hacia el Pedraforca sale por detrás del refugio, por el lado izquierdo mirando de frente, aunque hay un poste que lo indica perfectamente.
Refugio de Lluís Estasen
El primer tramo de camino resulta muy llano, bastante sombreado y rodeado de bosque, aunque al poco tiempo ya se empieza a subir. El camino está siempre marcado con marcas amarillas y no tiene pérdida. Al poco de empezar a pensar que el camino es muy fácil y cuando crees que va a ser un paso, el camino gira bruscamente a la izquierda bajo una gran roca y entonces el camino empieza a subir violentamente y con menos bosque, por lo que si pillas un dia con sol será mejor que te lleves una gorra. Cuando crees que la subida no va a acabar nunca, se llega al Coll del Verdet, a unos 1950 metros, un lugar ideal para parar un rato y reponer fuerzas.
Desde aquí hay que seguir las marcas amarillas sobre la roca y en pocos minutos nos encontramos con la imponente pared de roca que supondrá tener que grimpar durante un rato ayudándote de las manos en lo que para mi es la parte más divertida de la ascensión. Una vez superado el tramo de grimpada más largo, ya se divisa el Pollegó Superior del Pedraforca, pero para llegar a él aun quedará un rato de alternar entre caminar por la cresta y grimpar las rocas siempre siguiendo las marcas amarillas. Después de casi arrastrarnos por la roca y casi 3 horas desde que salimos del refugio, llegaremos a la cima del Pedraforca, el Pollegó Superior con 2497 metros.
Vistas desde el Coll de Verdet
Para la bajada, hay que descender hasta la enforcadura (la zona baja intermedia entre los dos Pollegons) y bajar por la tartera. Se trata de un descenso divertido, pero donde hay que tener mucho cuidado con las rocas sueltas. Además este descenso podrá a prueba tus botas y tu equilibro, nunca hay que descartar el resbalón y culetazo. Una vez en el fondo de la tartera, el camino aparece a mano izquierda y en menos de media hora nos llevará de nuevo al refugio de Lluis Estasen.
Bajando por l’enforcadura
Al final una excursión de cerca de 5 horas, en las cuales recorreremos unos 7 kilómetros y salvaremos un desnivel de cerca de 1000 metros, no se trata de una excursión difícil, es apta para todo el mundo pero es completita, ya que tiene su toque aventurero con la grimpada, tramos llanos y tramos más duros físicamente y la divertida bajada por la tartera, en definitiva, una excursión redonda y emblemática tanto culturalmente como por los paisajes.
Otras rutas de senderismo: