Crónica de una ascensión al Canigó

Lo primero de todo, advertir que nadie utilice esto como referencia para una ascensión al Canigó, simplemente se trata de un relato de cuatro montañeros novatos que se fueron a la aventura y por poco no lo cuentan.

Rubí (Barcelona), domingo 20 de mayo de 2007. Antes de que amanezca cuatro insensatos esperan cerca de la estación de tren. Cualquiera hubiera pensado que acababan de llegar de la discoteca si no fuera porque las botas y las mochilas los delataban, iban a la montaña. Unos quince minutos después de lo previsto, subimos al coche y tomamos la AP7 dirección Girona/Francia con destino Vernet-les-Bains/Casteil, desde donde pensamos iniciar la ascensión al pico del Canigó, una de las montañas emblemáticas de la cultura catalana.

Sobre las 9 de la mañana llegamos a nuestro destino, en Francia (o Catalunya Nord), compramos víveres y empezamos a buscar desde dónde debíamos empezar nuestra aventura. Teníamos pensado salir desde el refugio de Marialles, pero al ver un cartel y preguntar a una anciana sobre por donde subir al Canigou, nos indicaron un camino que salía del mismo Vernet-les Bains. El cartel indicaba unas 5h 45min. de ascensión y pensamos que no seria mucho más que las 4h 30min. que se suponen desde Marialles, por lo que decidimos subir, cambiando los planes que teníamos de un principio (craso error).

Aventura en el Canigó

Total, que a eso de las 9 y media de la mañana empezamos a subir desde Vernet-les-Bains (a unos 650mt.). Somos jóvenes y empezamos a subir con fuerza, a un ritmo muy alto, sin saber lo que nos esperaba, si lo hubiéramos sabido, hubiésemos reservado fuerzas. Las vistas mientras subíamos eran impresionantes y el camino no era muy duro; hasta que llegamos a un montículo de piedra, donde el apacible camino a la sombra entre los bosques se convirtió en un duro y cada vez más pronunciado camino de piedra.

Aventura en el Canigó

Aproximadamente dos horas más tarde llegamos al Refugio de la Bonaigua, a 1750mt. A estas alturas el cansancio y la calor se empezaba a notar, y decidimos para a descansar y reponer fuerzas. Cómo habíamos caminado durante 2 horas, pensamos que sólo nos quedarían 3 horas y poco de camino, pero al retomar el camino, encontramos un cartel de referencia que indicaba 4 horas y media hasta el pico! ͍bamos con una hora de retraso! Pese a eso, decidimos seguir subiendo. A partir del refugio el camino era mucho mas duro y con una pendiente más grande, además el agua empezaba a escasear y cada vez había menos sombras donde esconderse del sol que hacía.

Aventura en el Canigó
Aventura en el Canigó

Por el camino nos cruzamos un buen hombre que nos explicó que aun nos quedaban un par de horas de subida, y que para bajar lo hiciéramos por el mismo camino, ya que por la chimenea aun había hielo y nieve y era “dangerú”, además nos indicó que mas adelante teníamos una fuente donde reponer agua. Tras la parada y la charla, seguimos subiendo, ya ni árboles ni nada, solo camino, sol y piedra.

Cuando ya no teníamos ni una gota de agua, llegamos a la Font de la Perdiu, nuestra salvación ya que pudimos llenar las cantimploras, refrescarnos y descansar. Estábamos a 2270mt y eran las 3 de la tarde (llevábamos 6 horas andando). Desde allí vimos el chalet de Cortalets,dónde podríamos haber subido en taxi 4×4 y habernos ahorrado unas 3 horas de camino y el lago del “Estanyol“, al que me hubiese tirado de cabeza si hubiese estado más cerca. Después de la parada, continuamos subiendo y nos cruzamos algunos montañeros que nos comentaron que aun nos quedaban 1 hora y media de subida, cosa que nos hundía la moral.

Aventura en el Canigó

Un poco más adelante llegamos a una cresta y por fin divisamos la pica del Canigó y el Pic Joffre que le precede. Intentamos seguir las marcas amarillas del camino pero por la nieve era casi imposible y al final subimos cada uno por donde nos dio la gana o por donde pudimos, grimpando por las piedras cuales cabras, dejando el Pic Joffre a nuestra izquierda. Aproximadamente a las 5 y cuarto de la tarde, finalmente llegamos a la cima, a 2784 metros, solos y cansados, pero con el objetivo cumplido. Descansamos un poco y nos damos cuenta que se hace tarde y aun no hemos empezado a bajar, a pesar del cansancio, propusimos bajar a toda leche para que no nos pillara la noche.

Cim del Canigó

El primer tramo de bajada era bastante complicado, no se podía correr ya que había mucha pendiente, piedras, nieve y hielo y el riesgo de caída era grande y la posible ostia más que importante así que fuimos con cuidado, aunque eso no nos librara de resbalones y caídas. Al llegar al pic Joffre, encontramos el camino amarillo y comenzamos bajar a toda leche hasta la Font de la Perdiu, donde volvemos a parar a rellenar agua, y prepararnos para la carrera contrarreloj que nos esperaba. Debían ser las 18:30 por lo que calculábamos 2h y media de sol, que se antojaban cortas para llegar a Vernet-les-Bains.

Pica del Canigó
Aventura en el Canigó

Bajábamos a un ritmo frenético, las piernas se iban cansando y el cuerpo empezaba a decir basta, pero sabíamos que si parábamos nos pillaría la noche. Suerte del Gelocatil que nos calmó los dolores y pudimos seguir bajando, igual de cansados pero menos doloridos. Más que energía era la necesidad de llegar y el temor a quedarse a oscuras en la montaña lo que nos hacía bajar casi corriendo. Para colmo las nubes que a medio día nos habían fascinado por formar un mar blanco que parecía de nata, ahora nos jugaba la mala pasada de tapar el poco sol que nos quedaba.

Cerca de las 21h llegamos al primer montículo de piedra que nos habíamos cruzado (estábamos salvados) ya que eso significaba estar bastante cerca de Vernet, pero ya era prácticamente de noche, el sol se había escondido y tan sólo quedaba un poco de luz que salía tras el horizonte.
Esta parte final, correspondiente al bosque sombreado de la mañana, se convirtió en un túnel oscuro y siniestro que me recordaba al pasaje del Hobbit del bosque negro, en cualquier momento saldrían arañas gigantes o cualquier otro bicho y nos comería. Pero cuando ya era prácticamente imposible distinguir el camino, vimos una señal de tráfico, lo que significaba que habíamos llegado! Eran las 22:00 y nuestro cuerpo no podía más, pero aun nos quedaban 300km hasta llegar a casa.

Concluimos que nunca más nos pasaría esto, y es que no pienso salir a la montaña ni hacer ninguna cima sin planearlo bien antes ni llevar equipo por si suceden estos imprevistos.

Hasta la próxima, montañeros.

  • Distancia (asc y desc): 30km.
  • Desnivel ascenso: 2134mt.
  • Mas fotos de la aventura: set en flickr

One thought on “Crónica de una ascensión al Canigó

  1. Me he leído toda la aventura, desde luego una buena aventura, aunque un tanto arriesgada! En la montaña hay que tenerlo todo muy medido y calculado!

    Saludos!

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