El Puigmal, del francés “Montaña grande” también conocida como Puigmal d’Err es el pico más alto de los pirineos orientales. Está situada en la frontera entre Francia y España en las regiones de l’Alta Cerdanya i el Ripollés y se alza 2.909 metros sobre el nivel del mar.
La ruta de ascenso que seguimos fue desde la Fontalba (2.070 metros) a la que se llega por una pista forestal desde la población de Queralbs. La pista no está mal del todo, pero es bastante larga (11 km) que para un turismo es demasiado, así que si no vas con un todoterreno se sufre un poco.
Una vez aparcados, la ruta empieza por el camino de más a la izquierda desde la plaza en la que acaba la pista. El camino discurre por unas verdes praderas, con una subida muy suave, en dirección oeste/noroeste. A medida que el camino avanza, la pendiente se va haciendo mas fuerte y el camino empieza a serpentear para salvar todo el desnivel. Además va torciendo cada vez más a noroeste para acabar subiendo en dirección norte.
Después de 1 hora y media de ascensión por el camino serpenteante, se llega a un pequeño tramo llano, muy corto donde prácticamente desaparece toda la vegetación. En este punto, casi a 2700 metros de altura, empieza una rampa impresionante, del 25% de inclinación que a base de zig-zags muy cortos, asciende rápidamente hasta casi los 2900 metros. Esta rampa es bastante brutal, y los fines de semana en verano suelen tener mucha gente y se llegan a hacer tapones, ya que los que bajan tienen que hacerlo con bastante precaución.
Al final de la fuerte rampa, el camino planea para dar acceso a cima, a 2909 metros de altitud. La cima es una gran explanada, que además de tener mucha gente en los soleados días de verano, también podemos encontrar algun que otro resto de nieve, como se puede ver en las fotos.
Para el descenso, en lugar de volver sobre nuestros pasos, decidimos tormar al ruta que nos llevaba hasta Vall de Núria, y desde allí volver a subir a la Fontalba. El descenso hasta Núria, nos llevó algo más de una hora y media, y a pasar del cansancio de la subida, el esfuerzo es recompensado con unas vistas del pirineo oriental impresionantes, los riachuelos, los saltos de agua y las cimas nevadas al fondo.
Una vez en Vall de Núria a 2000 metros, y tras un breve descanso que nuestras piernas nos agradecieron eternamente, nos pusimos en marcha por un camino que sale muy cerca del que lleva a Queralbs (por delante de la ermita de Sant Gil y a la derecha del lago, dirección al valle), pero en lugar de descender, asciende levemente hacia la Fontalba. No tiene pérdida, ya que al inicio hay muchos indicadores y el camino está muy bien marcado. Finalmente, después de cerca de una hora más, llegamos a la Fontalba, donde esperaba el coche. Ya solo faltaba volver a casa.
El balance final fue: 11 kilómetros de camino que tardamos cerca de 6 horas en realizar de las cuales más de la mitad fue de ascenso, salvando unos 1000 metros de desnivel acumulado. Una excursión magnífica, que sin duda repetiría.