Este año, para mi va a ser el tercero (el segundo realmente) que practico un deporte de invierno, el snowboard. Y la cosa es que a medida que se va aprendiendo la espera durante el verano y el otoño para las primeras nieves se hace cada vez más dura.
Pero esta temporada parece que la cosa va a estar bien y ya en 20 de noviembre han abierto parcialmente algunas estaciones del pirineo, por lo que los aficionados hemos podido quitarnos el mono bien pronto.
En mi caso, escogimos para iniciar la temporada 2010/11 la estación de skí de Porté-Puymorens. Una pequeña estación en los pirineos orientales franceses, muy cerquita de la frontera tanto con España como con Andorra. La estación no es muy grande, cuenta con 21 pistas de orientación norte/noroeste que dan unos 45 km. de superfície balizada para practicar ski y snowboard. La base de la estación se encuentra a 1620 metros y el punto más alto a 2471 m. lo que nos da un desnivel de unos 900 metros. A pesar de que sus 12 remontes son un bastante antiguos y lentos, esto se compensa por una nieve de calidad excepcional y en grandes cantidades debido a la orientación de la estación.
El 20 de noviembre daban el pistoletazo de salida con una previsión de 2 a 4 pistas y 12km. abiertos, un par de remontes y de 20 a 40 cm. de nieve polvo. Con ese panorama no nos pudimos resistir. Pero llegamos alli y solo habia un remonte y una pista abierta, la verde Vignole, a pesar de eso nos quedamos y pudimos disfrutar de un buen dia de snowboard por sólo 7,5€.
La poca nieve que habia, estaba en bastantes buenas condiciones, y a pesar de que en algunas zonas habia unas buenas piedras, se podia surfear más o menos sin problemas. El tiempo estuvo muy bien hasta cerca de las 3 de la tarde, cuando se nubló de repente, bajaron las temperaturas y se puso a nevar, gran noticia para la estación que seguramente que en las próximas semanas podrán abrir más pistas.
En general la estación me gustó mucho, familiar, no muy grande pero suficiente para no aburrirse, los remontes son viejos pero cumplen su función, las pistas, la que probamos estuvo bien y las demás se veían con muchas posibilidades y la nieve genial. No puedo acabar sin mencionar los bocatas de kebab del Restaurante la Vignole, lo mejor despues de una larga jornada de snowboard. En definitiva, que tendremos que volver para catarla de arriba a abajo.