Odio cuando dejo los auriculares bien desenrrollados encima de una mesa o donde sea y cuando voy a cogerlos están hechos un lio y con más nudos que la pata de un romano.
Odio cuando dejo los auriculares bien desenrrollados encima de una mesa o donde sea y cuando voy a cogerlos están hechos un lio y con más nudos que la pata de un romano.
Y además tardo media hora en desenrollarlos otra vez.
Aaaargg!