Weekend en Girona

Este año 2012 resulta que los días festivos han coincidido un poco mejor que el pasado en cuanto a poder disfrutar de fines de semana “largos” se refiere y para no desaprovecharlos  el pasado “puente” de la fiesta del 12 de octubre nos fuimos a Girona, una ciudad catalana en la que nunca había estado mas allá del aeropuerto para Ryanairear y que todo el mundo me decía que era preciosa.

Así que después de casi dos horitas de carretera y previo paso por Olot para hacer un recado nos plantamos en pleno centro de Girona, donde nos alojamos en el hostal Equity Point, que estaba muy bien situado y del cual no tenemos ninguna queja después de nuestra estancia teniendo en cuenta que es un hostel y lo que esto conlleva (baños privado pequeño, literas, paredes de papel, grupos de jóvenes fiesteros y clásico desayuno hostel style), pero en tiempos de crisis si quieres alojarte en el centro y a buen precio es lo que hay!

Girona

En cuanto a la ciudad, pues sólo decir que es preciosa. El casco antiguo es espectacular y está muy bien conservado, la catedral es enorme y la escalinata por la que se accede a la entrada principal es espléndida. El Call Jueu (antiguo barrio judío, uno de los mejor conservados de Europa) y sus callejuelas de adoquines lleno de tranquilos rincones o las casas colgadas del río Onyar son otros de los atractivos Girona que no hay que perderse. La ciudad también ofrece algunos paseitos muy apañados a parte de la zona centro, como es el paseo por la muralla y por el parque de la Devesa, que en otoño está precioso con las hojas por el suelo y los colores naranja/amarillo/marrón tan típicos de esta estación del año.

Por lo demás, pasamos un gran fin de semana paseando y haciendo fotos, disfrutando de los colores del otoño y de una ciudad encantadora. Y por si fuera poco, la oferta gastronómica no defraudó. Desde los deliciosos crepes de la Creperie Bretonne Annaick hasta las pizzas de pan de pagès de Le Bistrot y las hamburguesas de La Terra o los famosos Frankfrut König.

Cheesecake
Dessert
Finish
Colmado l'Estuca
Son un alvocat!
Colmado l'Estuca
Colmado l'Estuca
Girona
Girona - Cases de l'Onyar
Autumn
Autumn
Rovell gòtic
Open
Autumn
Closed
Autumn
Besalú
Besalú

Mumford & Sons – Lover Of The Light

Espectacular el nuevo vídeo que ha sacado Mumford & Sons de la canción “Lover of the Light” de su último disco Babel. Protagonizado y dirigido por Idris Elba me parece una obra de arte tanto el vídeo como la canción, realmente bueno.

Si a eso le sumamos los preciosos paisajes de Gales que aparecen en el vídeo como la Rhossili Bay y Worm’s head y que pude visitar en Semana Santa de este año y que me ha traído tan buenos recuerdos hacen que sea uno de mis vídeos musicales preferidos del año, de esos pocos que ponen la carne de gallina.

Por si fuera poco, hoy mismo Mumford & Sons han anunciado la gira europea y vienen a Barcelona el 20 de marzo de 2013, así que todo un pack de cosas estupendas que nos ha regalado hoy el grupo británico 😀 So much win!

 

Viaje a Japón I: Kyoto

Este verano por fin cumplí uno de mis sueños: hacer un viaje a Japón. Además al tratarse de una cosa totalmente inesperada como que me dió mucha más ilusón y al final ahi estábamos a principios de agosto, con un puñado de Yens, los resguardos para cambiarlos por el Japan Rail Pass y nuestros pasaportes en la mano esperando en el aeropuerto de Roma a que saliera nuestro vuelo con destino a Tokyo – Narita. Doce horas después y bien tempranito por la mañana llegábamos a la capital del imperio del sol naciente y contra todo pronóstico, en lugar de quedarnos en Tokyo, conseguimos nuestros JRPass y nos subimos en el Shikansen rumbo a Kyoto.

Ramen

Cena del primer día en Japón: Ramen en la estación de Kyoto. Nom!

Antes de relatar nuestra estancia en la capital de la región de Kansai os daré un consejo: no viajeis a Japón en Agosto. Así de claro, el país es espectacular y unas vacaciones allí son inolvidables, pero el calor en este mes del verano es sencillamente insoportable, así que si lo podeis evitar, mejor que mejor!

Para empezar recordar, que Japón es un país caro y especialmente en las fechas que nos ha tocado viajar, con la crisis galopante que tenemos aqui en Europa así que en nuestro viaje nada de hoteles de lujo ni restaurantes caros pero sí lugares bueno bonito barato y consejillos para ahorrarse unos yenes.

Sanjō-kai Shotengai

Interior del mercado de Nishiki.

Nada más llegar a la estación central de Kyoto, con una puntualidad que tienen los trenes japoneses, que hasta asusta nos colgamos la mochila y nos pusimos a caminar hacia nuestro primer alojamiento japonés, una especie de apartamento. Se llama Guest House In Kyoto Arklead Gojohorikawa y a pesar que era de los mas baratos que reservamos no fue el peor ni mucho menos. La mar de majo y todo límpisimo, con nuestra cocinita y baño estilo japonés, ademas teníamos la estacion a unos 15 minutitos y el centro de Kyoto aproximadamente a lo mismo, por lo que fue un acierto total!

En total estuvimos en Kyoto 5 días, aunque uno de ellos lo dedicamos a visitar Nara, pero el resto de los días estuvimos en la ciudad, y es que tiene infinidad de cosas por ver, para estar una semana y más allí.

Roof

Tejado de uno de los pavellones del templo de Chion-in

Lo más destacable de Kyoto son sus templos, que hay infinitos (dicen que 1600 :S). Nosotros visitamos unos cuantos, pero si viajas en plan económico tienes que ahorrar en algun lado y que queréis que os diga, prefiero comer a entrar a visitar todos los templos de Kyoto. Evidentemente no te saltas todas las visitas, pero si que seleccionas más dónde pagar la entrada ya que todas rondan los 400-800 Yenes (4-8 €).

Como he dicho los templos y santurarios ya sean budistas o sintoistas los hay a patadas, como el de Kiyomizu-dera, uno de los primeros que visitamos y que quizá por eso me pareció tan espectacular, o el enorme Chion-in (realmente es enorme), el modesto Yasaka-jinja que está escondido en medio del parque de Maruyama-koen. Otros templos destacados son los de Heian-jingū, Nanzen-ji, Kinkaku-ji y Ginkaku-ji (estos dos últimos no los visitamos).

Realmente podrías pasarte días y días visitando todos los templos, pero entre la ruina que supondria y que hay muchas más cosas que ver, al final acabas por escoger los que más te llaman la atención de la guía y el resto los dejas para la próxima visita a Japón. 🙂

Bridge

Puente de entrada a uno de los templos de Kyoto

Geishas

Geishas por las calles de Gion

Pero no todo son templos en Kyoto, y es que también se puede tomar un respiro de tantos santuarios vistando el enorme castillo enmurallado y rodeado por un foso de Nijo-jo, el barrio de Gion con sus callejones de adoquines y casas antiguas donde incluso te puedes cruzar con unas auténticas geishas.

Otro atractivo de Kyoto es el Palacio Imperial, que en realidad solo se puede visitar concertando una visita, pero el parque y los jardines que lo rodean valen la pena. Tampoco hay que olvidar el mercado de Nishiki, donde venden de todo lo que te puedas imaginar y la calle de Ponto-cho, un callejón con restaurantes, que es caro pero por la noche es muy bonito.

Kiyomizu-dera

Espectacular templo de Kiyomizu-dera

Heian-jingū

El templo de Heian-jingū

En general os puedo decir que Kyoto me encantó, una ciudad tranquila, con infinidad de cosas que ver y visitar y todas interesantísimas. Realmente fue un acierto escoger Kyoto como primera toma de contacto con Japón, encontramos que la gente es educadísima, antenta y siempre dispuesta a ayudar, a pesar de la barrera del idioma. Otra cosa a destacar fue la gastronomía: espectacular. El ramen, los fideos (soba y udon), las gyozas, el yakitori, el katsudon, el sushi, los doryakis,… vamos, era imposible acabar el día sin haber probado algo nuevo y riquísimo.

Un gran descubrimiento que hicimos en Kyoto fue la cadena CoCo – Curryhouse que hacian medios platos de arroz con curry y lo que quisieras (queso, pollo, cerdo,…) a un precio muy bueno y la también cadena de hamburgueserías MOS Burguer, que no tiene nada que ver con las hamburguesas que comemos aqui (desde burguer con salsa boloñesa a burguer con fideos o de pollo teriyaki), toda una vuelta de tuerca a las hamburguesas que tenemos aqui y que nos permitió escaparnos un poco de usar los palillos algún dia 😉

Ponto-chō

El callejón de Ponto-chō

Posa!

Japoneses con kimonos tradicionales fotografiandose en Nanzen-ji.

Primer carrete Minolta SRT-101

Durante mucho tiempo anduve buscando por ebay y tiendas de segunda mano una cámara reflex de carrete de 35mm (las de toda la vida) de la que me habia enamorado: la Minolta SRT-101, hasta que por fin, hace unos meses conseguí ganar la puja por una y al cabo de unos días la “nueva” cámara llegó a mis manos:

En fin, que en cuanto pude, me hice con un carrete Kodak Gold 200 y me puse a disparar. La verdad es que después de casi media vida con cámaras digitales con modos automáticos a tutiplén era toda una experiencia estar ahi un buen ratito seleccionando la exposición, la apertura, enfocando el sujeto… fotografía clásica!. Y hace unos días por fin acabé con ese carrete de 36 fotos, ya solo quedaba llevarlo a que lo revelaran y esperar… esto con las camaras digitales ya se ha perdido: la emoción de la espera, de la incertidumbre

Pero al cabo de unos días (ya no se hacen revelados en una hora :P), ya tenía las fotos en mis manos, y el resultado pues 50/50, la verdad es que se nota que no le he pillado el truco al enfoque, muchas fotos salían desenfocadas y en algunas se ven como motitas de polvo por lo que seguramente habrá que limpiar la cámara…

Pero en general estoy muy contento, las fotos tienen un toque antiguo muy chulo, y los colores, el “granito” y esas pequeñas imperfecciones como cuando no se ha acabado de pasar bien la película que hacen que estas fotos sean tan entrañables.

A partir de ahora, probar otro carrete de otra marca, intentar sacar las fotos enfocadas y seguir fotografiando!

Aquí os dejo una muestra de las que más me han gustado:

Terrassa
Casa fuster
Barcelona
Lonely planet
Vermouth
Summer
Pink
Flowers
Cafè
Hold my hand

Beers of the World: Thailandia

Una de las cosas que más me gusta cuando viajo a parte de conocer a las gentes de los lugares que visito y disfrutar de sus paisajes y ciudades es probar su gastronomía. Y para hacer esto “the good way”, un buen aficionado a la cerveza debe probar las cervezas locales.

Thailandia como primer destino asiático al que viajaba tenía la impresión que iba a ser algo totalmente distinto a lo que estamos acostumbrados aquí en Europa. Pero lo que encontrés es que ni los Thailandeses son muy cerveceros y que la cerveza que tienen tampoco es algo muy especial.

Chang Beer

Chang Beer, una de las cervezas más bebidas en Thailandia

El tipo predominante es la cerveza lager, de sabor suave, poco gas, muy refrescante y que entra muy bien. Nada de cerevezas tostadas o de trigo como estamos bastante acostumbrados aquí en Europa. En Thailandia incluso se sirve la cerveza en un vaso con hielo, que si bebida de la botella ya está aguada, imaginaos con hielo, es aguachirri total.

Singha Beer

Singha, la cerveza más conocida de Thailandia

La cosa es que a pesar de todo, tampoco hay que quejarse, porque como sabréis en Thailandia hace mucha calor y mucha humedad, y con ese clima tampoco es que apetezca una pinta Guinness, sino más bien un botellín helado de cerveza que puedas beber como si fuera agua, así que en ese aspecto la típica cerveza thailandesa me parece perfecta.

En cuanto a las marcas, la más conocidas son Singha , Chang (elphant piss) y Leo Beer, prefiriendo en mi caso la primera por tener un poco más de sabor, pero que al final acabas consumiendo más de la segunda por precio. También es posible encontrar otras marcas del sud-este asitático como Tiger (Singapur) o San Miguel (Filipinas) y entre todas ellas tampoco es que haya mucha diferencia, por lo que al final vas a acabar pidiendo siempre “local beer” y te va a dar igual la marca que te den, mientras no tengas que pagar una barbaridad por alguna cerveza importada.

Leo Beer

Leo Beer, otra cerveza autóctona de Thailandia

Para acabar, comentar el tema del precio, que comparado con los precios de aqui, pues es bastante barato. Suelen vender la cerveza en botellas grandes, de 650ml, aunque en los restaurantes son más propensos a poner la típica “mediana”. Asi que la cosa puede andar sobre los 20 a 40 Bhat (0,50 – 1 €) por una mediana en un 7-11 hasta los 80 – 100 Bhat (2 – 2,50 €) que puedes pagar por una grande de Chang o una Singha en un pub o en un restaurante.

Ale, ya sabéis que tenéis que beber si viajáis al país de la eterna sonrisa! Un saludo!