Senderismo: Tossa d’Alp + Puigllançada

Catalunya a sus pies

La pequeña primavera que hemos tenido durante la primera parte de este invierno de 2011 y que nos ha permitido ¿disfrutar? o sufrir hasta prácticamente la última semana de enero de temperaturasde hasta 20ºC en la costa y por inversión térmica hasta 10ºC en la montaña, en pleno invierno y a 2000 metros de altitud. Pues este tiempo loco, aunque nos ha tenido muy preocupados a los que practicamos el noble arte del ski y el snowboard y demás deportes de invierno, por lo menos nos ha dejado hacer excursiones que para los que no estamos sobradadamente preparados son más propias de la época estival y primaveral.

Pues bien, el pasado Domingo 16 de enero nos pusimos en marcha no muy temprano y sin destino prefijado hacia el prepirineo, con la intención de averigurar por el camino alguna ruta de senderismo que no hubiéramos hecho. Y se pasaron por mi cabeza algunos nombres: la Tossa d’Alp y el Puigllançada y como había leido en alguna ocasión alguna reseña sobre estas excursiones y encajaban perfectamente en un domingo a efectos prácticos primaveral, ya habíamos encontrado nuestro destino.

Montserrat

Vistas de Montserrat durante la excursión

Haciendo memoria de cómo cuando era un mocoso subía con mi familia y algunos amigos al Coll de Pal a deslizarnos en la nieve con nuestras bolsas de plástico cuando aun ni si quiera sabia que existía el esquí, tomamos la carretera C-16 en primer lugar dirección Berga y después dirección Bagà para acabar saliendo a este último poco antes de entrar al túnel del Cadí y tomar la pequeña carretera BV-4024 dirección al Coll de Pal. A partir de aquí un tortuoso ascenso durante 15km con unas vistas excepcionales hasta llegar al citado Coll de Pal, a 2070 metros de altura.

Rasos de Comabella

Rasos de Comabella, a mitad de camino de la Tossa d’Alp

Desde el propio Coll de Pal, al este, presidido por un gran estructura metálica tenemos el Puigllançada y al noroeste, escondido entre otras montañas, la Tossa d’Alp. Nos decidimos comenzar por este segundo, y empezamos a subir siempre dirección noroeste, siguiendo las marcas rojas que a estas alturas deberían estar tapadas por la nieve. Cerca de los 45 minutos de ascensión llegamos los Rasos de Comabella, un paraje precioso a 2373 metros dónde encontramos ya un poco de nieve en cantidades moderadas, pero que no molestan en absoluto para una ascensión de senderismo. Desde aquí ya divisamos la Tossa d’Alp con el enorme refugio del Niu de l’Àliga.

Tossa d'Alp

Tossa d’Alp al fondo, desde los Rasos de Comabella

Empezamos un pequeño descenso hacia la Collada Baixa, es la parte más comprometida de la ruta, ya que su orientación noroeste hace que la nieve sea mucho más presente y dura por lo que tenemos que bajar con cuidado para evitar cualquier “desliz”. En pocos minutos llegamos al fondo de la Collada Baixa y volvemos a reanudar la ascensión siguiendo la cresta dirección noroeste, en otros 45 minutos habremos llegado a la Tossa d’Alp a 2531 metros, cota alta de la estación de ski de la Molina con vistas impresionantes de la Cerdanya y el resto del Pirineo y pre-Pirineo.

La Tossa d'Alp

Cima de la Tossa d’Alp, 2531 metros

El Cadí, desde la Tossa d'Alp

Panorámica del Cadí desde la Tossa d’Alp.

La bajada la hacemos por el mismo sitio, volviendo al Coll de Pal y una vez allí iniciamos una nueva subida dirección este, hacia la estructura metálica que marca la cima del Puigllançada. El camino nuevamente no tiene pérdida, y se puede hacer siguiendo las marcas rojas y las montones de piedra, aunque nosotros preferimos subir cortando por el derecho, ya que al no haber vegetación alta, se ve perfectamente el rumbo que tenemos que seguir a pesar de que la pendiente es muy pronunciada.

La Tossa d'Alp

Tossa d’Alp desde la cima del Puigllançada

Tras unos 40 minutos de subida, llegamos a la cima del Puigllançada, a 2406 metros, donde tenemos unas grande vistas nuevamente de toda la Cerdanya al norte, del resto de Catalunya al sur y la Tossa d’Alp que hemos subido hace pocos momentos al Oeste. Disfrutando de un atardecer de esos que tardas en olvidar, emprendemos la vuelta al Coll de Pal, nuevamente en linea recta ya que vemos al fondo el párking y no hay necesidad de seguir las marcas del camino, aunque si que hay que andarse con ojo con las placas de hielo para evitar resbalones y posibles lesiones.

Una vez abajo, habremos completado una excursión dónde habremos recorrido unos 10 kilómetros de distancia, salvando un desnivel de unos 900 metros y habremos tardado unas 5 horas contando las paradas*.

Puigllançada

Cima del Puigllançada

* Incluye una parada larga en el refugio de Niu de lÀliga donde degustamos un delicioso bocadillo de butifarra, 100% recomendado si subes a la Tossa d’Alp

Enlace a la ruta en endomondo, que por fallo con el gps, empieza en el inicio de la bajada de la Tossa d’Alp, faltando la ascensión a la misma.

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